lunes, 17 de noviembre de 2014

REVOLUCIÓN DIGITAL

Era de la información y las telecomunicaciones es el nombre que recibe el período aproximado que, sucede a la era espacial y antecede a la economía del conocimiento y va ligada a las tecnologías de la información y la comunicación. Era de la información es una expresión aplicada al período en el que el flujo de información se volvió más rápido que el movimiento físico, y se empezó a utilizar a partir de 1990. Empezó en la segunda parte del siglo XIX con la invención del teléfono y la telegrafía y explotó con la fundación del internet global.

La era de la información designa la era en la que la información es un valioso recurso, y encontrar o generar la adecuada información a tiempo proporciona una ventaja. Se está popularizando junto con la expresión 'revolución del conocimiento libre' debido a la facilidad que proporciona internet para compartir contenidos (fotos, textos, vídeos y música). Por ello han surgido licencias de derechos de autor mucho más permisivas que el copyright como Creative commons, GPL o GNU.

REVOLUCIÓN TECNOLOGICA

La Revolución Tecnológica de las últimas tres décadas anuncia un cambio de época. Al igual que a inicios del siglo XX, cuando la Revolución Industrial del siglo XIX se vio apuntalada por los avances tecnológicos propiciados por la electricidad y por el despegue descomunal de la movilidad planetaria desatado por la industria automotriz y la aviación, el salto cuántico y cualitativo de las nuevas tecnologías está provocando cambios trascendentales en las relaciones sociales, económicas y políticas del mundo. 

La Revolución Tecnológica del siglo XXI se manifiesta por medio de tres vectores: las tecnologías de información, la biomedicina y las biotecnologías. Desde la aparición del microordenador en los años 80 e Internet en los 90, la conectividad del planeta se ha catapultado, dando origen a la sociedad del conocimiento. La revolución de las telecomunicaciones ha posibilitado el acceso al saber científico y cultural de pueblos y sociedades, sin distinciones sociales o étnicas.

Internet y las redes sociales han democratizado el acceso a la información, mientras fracturan la desigualdad social y protegen los derechos humanos. El ciudadano común puede activar movimientos sociopolíticos y desafiar los poderes públicos inoperativos, los cuales lucen desfasados para atender las demandas de comunidades sensibilizadas por graves problemas transnacionales, como el calentamiento global o los déficit democráticos.

Fuente: http://www.eluniversal.com/opinion/140912/la-revolucion-tecnologica